Posición deíctica: parámetros

Julio Calvo Pérez en La pragmática del español habla de tres parámetros básicos respecto a la posición deíctica. La posición previa deíctica resulta de la proyección de tres parámetros que los interlocutores determinan en el proceso de comunicación. Éstos son: el espacio-tiempo, la cosa y la persona hablante.

El espacio-tiempo es el más importantes de los tres desde el momento en que con él se acota el subconjunto areal primario que envuelve tridimensionalmente al hablante. [Doctor me duele aquí. –Pues póngase allí]. El señalamiento locativo se da mediante la materialización de algunos proto-adverbios de las lenguas. Para el español tenemos:
- Oposición aquí / no aquí (ahí, allí), en que se distingue el espacio próximo al emisor de todos los demás espacios (“Aquí estaremos muy bien”)..
- Oposición allí / no allí (aquí, ahí), en que se determina con exactitud la lejanía en relación con los interlocutores, cada uno de los cuales tiene su espacio propio (“Ahí te van las llaves, cógelas”.
- Oposición ahí / no ahí (aquí, allí), por la cual se neutraliza el rasgo de +/- proximidad (+/- lejanía) de la deíxis fantástica (“¡Ahí es nada como se quedó!”).

La cosa está asociada a la deíxis espacio-temporal y formando un todo perceptual con ella, en cuanto a que lo señalado ya no es un área indiferenciada, sino la figura con sus límites que se encuentra en el espacio deíctico que aquella acota como fondo (“Todos los hombres tienen su aquel”).

La persona hablante. La conducta esencial que se transfiere de la función ideativa a la interpersonal queda igualmente anclada en análoga cognición mostrativa. Así, un tercer grado de deíxis surge en el tratamiento mostrativo: la de los pronombres interpersonales (“¡Éste ya puede decir misa!”).