El término deíxis se emplea en lingüística para aludir a la función que desempeñan los pronombres personales y demostrativos, el tiempo gramatical y una serie de otros rasgos gramaticales y léxicos que relacionan los enunciados con las coordenadas espaciotemporales de la enunciación.
El concepto de deíxis se menciona siempre a propósito de los pronombres y la capacidad que tienen éstos para señalar hacia objetos, situándolos en cierta posición respecto a un punto de referencia que suele ser la situación de habla. Esta función se puede cumplir con dos tipos de deíxis: deíxis ad oculos o mostrativa (los objetos señalados están presentes en la situación de habla) y deíxis fórica (lo señalado aparece en el discurso previo –anáfora- o posterior –catáfora-).
Levinson justifica la adscripción de la deíxis a la pragmática porque concierne directamente a la relación entre la estructura de las lenguas y los contextos en que son utilizadas, aunque desde su punto de vista se trata de una categoría gramatical situada en la frontera de la pragmática y la gramática.
La deíxis es un mecanismo que sirve para relacionar nuestro discurso con la situación comunicativa en que se produce. Sin esto el lenguaje humano no podría tener eficacia lingüística. Gracias a la función deíctica podemos denotar muchas situaciones diferentes utilizando las mismas expresiones lingüísticas, se trata de la economía lingüística. Cabe destacar que la existencia de deícticos es un universal lingüístico.
El concepto de deíxis se menciona siempre a propósito de los pronombres y la capacidad que tienen éstos para señalar hacia objetos, situándolos en cierta posición respecto a un punto de referencia que suele ser la situación de habla. Esta función se puede cumplir con dos tipos de deíxis: deíxis ad oculos o mostrativa (los objetos señalados están presentes en la situación de habla) y deíxis fórica (lo señalado aparece en el discurso previo –anáfora- o posterior –catáfora-).
Levinson justifica la adscripción de la deíxis a la pragmática porque concierne directamente a la relación entre la estructura de las lenguas y los contextos en que son utilizadas, aunque desde su punto de vista se trata de una categoría gramatical situada en la frontera de la pragmática y la gramática.
La deíxis es un mecanismo que sirve para relacionar nuestro discurso con la situación comunicativa en que se produce. Sin esto el lenguaje humano no podría tener eficacia lingüística. Gracias a la función deíctica podemos denotar muchas situaciones diferentes utilizando las mismas expresiones lingüísticas, se trata de la economía lingüística. Cabe destacar que la existencia de deícticos es un universal lingüístico.