Lenguaje sexista

En una exposición que nos tocó realizar empezamos con “A lo largo del tiempo los hombres…”, un comienzo que desembocaría en un tema muy de actualidad: el lenguaje sexista.
¿Al decir “los hombres” estamos excluyendo a las mujeres o esa expresión engloba tanto a hombres como a mujeres? Yo personalmente pienso que no las excluye, pero dada la sociedad en que vivimos la mayor parte de la gente piensa que sí, por eso es recomendable evitar expresiones de ese tipo.
Se llama lenguaje sexista al que asume rasgos relacionados con los prejuicios culturales de género, esto es, derivados del machismo, del feminismo, de la misoginia, de la misandria, o de un real o aparente desprecio a los valores femeninos o masculinos.
Tradicionalmente el lenguaje ha reflejado los prejuicios cognitivos de la cosmovisión asumida por una sociedad, ayudando a instaurarlos y perpetuarlos. Lo más corriente entre las culturas hispánicas es la minusvaloración de la mujer.
En español el género gramatical tiene por forma no marcada el masculino de los sustantivos y adjetivos, de forma que pasa a ser el género masculino el inclusivo o incluyente frente al femenino marcado, que pasa a ser el género exclusivo o excluyente: "Los alumnos de esta clase" incluye a hombres y mujeres, pero "las alumnas de esta clase" excluye a los varones. Por otra parte el femenino suele tener connotaciones semánticas despectivas en español (oposición zorro / zorra; hombre público / mujer pública; ser un gallo / ser una gallina) o de cosificación y pasividad (impresor / impresora). Estas diferencias se perciben también a nivel léxico (algo es "cojonudo" si es bueno, un "coñazo" si es malo).
La corriente que sostiene que el lenguaje sexista abusa del masculino genérico, considera que se puede evitar esto usando las siguientes fórmulas:
- Nombres colectivos (el profesorado, en vez de los profesores).
- Perífrasis (la persona interesada, en vez de el interesado).
- Construcciones metonímicas (la juventud, en vez de los jóvenes).
- Desdoblamientos (señores y señoras, niños y niñas).
- Uso de barras (Sr/a).
- Omisión de determinantes o empleo de determinantes sin marca de género (cada contribuyente en lugar de los contribuyentes).
- Uso de formas personales genéricas o formas no personales de los verbos ("es preciso atender más" por "es preciso que el alumno atienda más").