A continuación presentaremos un resumen de la Pragmática general de Carlos Hernández Sacristán, profesor titular de Lingüística General de la Universidad de Valencia.
Como ya hemos comentado en entradas anteriores, para Hernández Sacristán la pragmática puede definirse como la subdisciplina lingüística centrada en el estudio del uso del lenguaje y de los valores asociados al mismo. Esta definición debe articularse en los siguientes niveles que constituyen otras tantas unidades temáticas de la subdisciplina:
La pragmática es una teoría de la acción comunicativa que nos permite el estudio del uso lingüístico en tanto que acción social. Con ello la pragmática no hace sino explicitar y fundamentar un saber común acerca del uso del lenguaje.
La pragmática es una teoría de la comunicación en tanto que actividad inferencial que implica a hablantes y oyentes. Por actividad inferencial nos referimos al hecho de que lo que se comunica no puede ser nunca plenamente representado en la literalidad de lo expresado, sino que se deriva mentalmente de las relaciones entre lo literal y una serie de factores contextuales con los que normalmente contamos en nuestra valoración del decir propio y ajeno.
La pragmática es un estudio del espacio interlocutivo en el que se integran los agentes sociales de la actividad comunicativa, es decir, la pragmática estudia los roles de hablante y de oyente, la representación lingüística de los mismos, y las implicaciones que dicha representación tiene en nuestra valoración de la acción comunicativa.
La pragmática es un estudio del uso del lenguaje en tanto que actividad estratégica o negociada, esto quiere decir que la acción comunicativa de un interlocutor no puede valorarse nunca como acción singular e independiente de otras, sino que su valoración dependerá siempre de su relación con acciones comunicativas precedentes o subsecuentes y con las que realizan otros interlocutores.
Los cuatro niveles anteriormente comentados describen otros cuatro ámbitos temáticos de la pragmática. Estos cuatro ámbitos se habrían ido desarrollando de manera diferenciada para llegar a integrar hacia la década de los años ochenta el marco disciplinar de la pragmática.
Como ya hemos comentado en entradas anteriores, para Hernández Sacristán la pragmática puede definirse como la subdisciplina lingüística centrada en el estudio del uso del lenguaje y de los valores asociados al mismo. Esta definición debe articularse en los siguientes niveles que constituyen otras tantas unidades temáticas de la subdisciplina:
La pragmática es una teoría de la acción comunicativa que nos permite el estudio del uso lingüístico en tanto que acción social. Con ello la pragmática no hace sino explicitar y fundamentar un saber común acerca del uso del lenguaje.
La pragmática es una teoría de la comunicación en tanto que actividad inferencial que implica a hablantes y oyentes. Por actividad inferencial nos referimos al hecho de que lo que se comunica no puede ser nunca plenamente representado en la literalidad de lo expresado, sino que se deriva mentalmente de las relaciones entre lo literal y una serie de factores contextuales con los que normalmente contamos en nuestra valoración del decir propio y ajeno.
La pragmática es un estudio del espacio interlocutivo en el que se integran los agentes sociales de la actividad comunicativa, es decir, la pragmática estudia los roles de hablante y de oyente, la representación lingüística de los mismos, y las implicaciones que dicha representación tiene en nuestra valoración de la acción comunicativa.
La pragmática es un estudio del uso del lenguaje en tanto que actividad estratégica o negociada, esto quiere decir que la acción comunicativa de un interlocutor no puede valorarse nunca como acción singular e independiente de otras, sino que su valoración dependerá siempre de su relación con acciones comunicativas precedentes o subsecuentes y con las que realizan otros interlocutores.
Los cuatro niveles anteriormente comentados describen otros cuatro ámbitos temáticos de la pragmática. Estos cuatro ámbitos se habrían ido desarrollando de manera diferenciada para llegar a integrar hacia la década de los años ochenta el marco disciplinar de la pragmática.